El embalaje que debemos elegir para el envío de mercancías, estará ligado a las características morfológicas y de composición de dichas mercancías.

Hay que tener en cuenta diferentes características:

Adaptación a la forma del producto.
De esta forma, se evitan movimientos durante el transporte que pueden acabar en golpes que dañen la mercancía.

Adaptación a los materiales.
Si, por ejemplo, hay que proteger un artículo de cristal, el material con el que esté fabricado el embalaje deberá evitar posibles rayaduras.

Resistencia.
Los elementos de protección deben ser capaces de absorber impactos y deben tener el espesor y la densidad adecuadas. En el caso de electrodomésticos voluminosos, por ejemplo, el peso es un condicionante básico.

Resistencia a la humedad y a los microorganismos.
Durante la cadena de suministro, y en función del recorrido que deba realizar la mercancía, es probable que el embalaje se vea sometido a condiciones climáticas diversas, así como a condiciones de almacenamiento que no siempre son las más deseables.

Protección con EPS para envíos de mercancíaUn embalaje que proporcione aislamiento contra la humedad y que sea inerte es una garantía de higiene y, no se trata de una cuestión menor, contribuye a la buena imagen de marca.

El poliestireno expandido (EPS) tiene unas propiedades específicas que lo convierten en un material ideal para la protección industrial de materiales frágiles en cualquier sector de actividad: alimentación, farmacéutico, industria, construcción, automoción, etc.

El EPS es un material inerte, no traslada ninguna sustancia al elemento con el que esté en contacto. Esta es una condición fundamental para el embalaje alimentario.

Además impide el crecimiento de microorganismos: no se pudre ni se descompone, y mantiene sus características inalterables.

También es muy ligero, pues está compuesto en un 98% por aire. Se trata de una propiedad muy útil para el manejo y transporte. Y además proporciona una amortiguación que protege el contenido contra impactos y daños.

Ventajas del embalaje con poliestireno expandido

El EPS es un aislante térmico fantástico. Conserva tanto el frío como el calor, lo que lo hace muy valioso en la fabricación de envases alimentarios y farmacéuticos.

Otra de las ventajas del EPS es que es 100% reciclable. Su huella de carbono es inferior a la de otros materiales.

Los materiales frágiles como cristal y porcelana, instrumentos musicales, piezas mecánicas precisan del un embalaje más seguro y adaptable como es el EPS. Además los instrumentos musicales necesitan de un aislamiento térmico e impermeabilidad necesarios para evitar deformaciones.

Sin ir más lejos, los alimentos preparados que últimamente han experimentado un aumento de consumo considerable, requieren soluciones de embalaje alimentario que garanticen las condiciones necesarias de conservación en el trayecto hasta el punto de entrega. Las prestaciones higiénicas y de aislamiento térmico que proporciona el EPS son las idóneas.